lunes, 8 de noviembre de 2010

Reseña Literaria Por Soledad Belmar

Richard Bach, escritor norteamericano. En 1957 se convirtió en piloto de la Fuerza Aérea de su país. Durante esa época comienza a escribir artículos para revistas especializadas en aviación.
Cuando aún era un niño su familia se traslado a Long Beach (California), donde el joven Richard Bach asistió al Long Beach State College. En 1955 se graduó en la universidad del estado como mecánico de aviones y de estaciones generadoras de energía, y en 1957 se convirtió en piloto de la Fuerza Aérea norteamericana, en la cual se mantuvo en servicio activo hasta 1962. Por esa época empezó a escribir artículos para revistas especializadas en aviación. En 1961 se convirtió en el editor de la revista Fliying, cargo que ocupó hasta 1964.
Durante su carrera como piloto desempeñó muchos de los oficios asociados a la aviación, como instructor de vuelo, piloto de charter y mecánico de aviación en Iowa. En 1970 obtuvo el cargo de presidente de la aerolínea Trans-creature; trabajó, además, como piloto acrobático en la Creature Enterprises Inc. En 1974 actuó como piloto de espectáculos aéreos y en 1975 estuvo vinculado a la Universidad de Embry Riddle como profesor de filosofía del vuelo.
Los aviones y la escritura fueron sus grandes pasiones. Aunque profesionalmente estuvo vinculado a la aviación, la literatura le reportó fama mundial y le hizo merecedor de un buen número de premios literarios tanto en Estados Unidos como en Europa. Como escritor, su nombre es un clásico de los Best-Sellers mundiales desde la década de los setenta.
El más conocido de todos, Juan Salvador Gaviota, cuenta la historia de una joven gaviota que aprende a sobreponerse a sus limitaciones y consigue traspasar los límites naturales en una alegoría que ensalza la libertad individual y el afán de superación. En ella es patente la pasión que el autor siente por el vuelo como sinónimo de libertad y de alejamiento de los problemas terrenales. La novela obtuvo, entre otros, el premio Nene el mismo año de su publicación, y se convirtió en una referencia obligada para lectores adolescentes. Otra de sus obras, Ilusiones fue nominada al Libro Americano del año en 1980.
El mundo del cine también le atrajo, aunque su experiencia no pudo ser más negativa. Cuando se filmó la película basada en su obra más famosa, la mencionada Juan Salvador Gaviota, se produjeron cambios en el argumento con los que Richard Bach no estuvo de acuerdo, por lo que demandó a la productora; la que iba a ser su mujer, Leslie Parrish, medió entre las dos partes y la película pudo al fin estrenarse, convirtiéndose en un éxito de taquilla.



Sus obras más destacadas son:
Juan Salvador Gaviota (1970)
Ningún lugar está lejos (1976)
El don de volar (1974)
Nada es azar (1969)
Biplano (1966)
Ajeno a la tierra (1963)

En esta novela nos habla de la libertad, la vida y el amor. Nos explica que no hay barreras que no pueden ser traspasados, con el simple deseo de querer hacerlo. Es un libro sencillo de leer, una manera muy practica de enseñar el concepto de libertad, a que a través de la Gaviota que quería aprender a mejorar su vuelo, descubre que hay muchas mas cosas que el vivir cómodamente. A través de metáforas sencillas de interpretar al autor invita al lector a ver las cosas de una manera diferente, con un mayor significado, destacando la importancia de saber compartir. Resalta también que la juventud o vejez es solo un concepto, lo verdaderamente real, es mantener un espíritu despierto, las metas trazadas y la decisión de trascender.

Juan Salvador era una Gaviota fuera de lo común era tierno, solidario, perseverante, realiza lo que desea, lo único que le preocupaba era volar, ser libre y aprender nuevas maneras de acrobacias. Su bandada no lo entendía ni siquiera sus papas a los cuales en vez de darles gusto les avergonzaban como se comportaba Juan, él era la primera gaviota en hacer acrobacias aéreas. Un día se elevo tan alto que al caer en picada perdió el control y se estrelló con el agua, cuando recobró el sentido se prometió no volver hacer nunca mas eso y que iba a ser como las demás gaviotas pero en ese mismo instante rompió su promesa ya que voló a setecientos metros de altura cosa que ninguna gaviota había echo antes. Ese día al llegar a la Bandada había una Sesión de Consejo el la cual lo llamaron para que se pusiera en el centro lo cual esto solo significaba dos cosas: o gran honor o exilio, desterraron a Juan. Algún día aprenderás que la irresponsabilidad se paga. ¿Irresponsabilidad? ¿Quien es más responsable que una gaviota que encuentra y persigue un significado, un fin más alto para la vida?
El se fue a los Lejanos Acantilados, pero ser exiliado no le importo para seguir aprendiendo. Un día mientras volaba dos radiantes gaviotas se acercaron volando a él, una de ellas le dijo que volara más alto ya que tenía que pasar a una nueva etapa y las tres gaviotas volaron hasta desaparecer en un perfecto y oscuro cielo.
Al venir de la Tierra por encima de las nubes y en formación cerrada con las dos resplandecientes gaviotas, vio que su propio cuerpo se hacia tan resplandecientes como el de ellas. En verdad estaba allí el mismo y joven Juan Salvador Gaviota, el que siempre se había existido detrás de sus ojos dorados. Se sentía como gaviota, pera ya volaba mucho mejor que antes. Poco a poco las tres gaviotas se fueron familiarizando, hasta que un día se despidieron de él y desaparecieron en el cielo. Juan al llegar al cielo empezó a sentirse cansado y se le olvidó de donde venía. Un día aterrizó en la playa y vio que las gaviotas que estaban ahí eran perfectas, pero no le dio importancia así que siguió aprendiendo con su instructor Rafael.
Un día le preguntó de donde venía, él le contestó que solo le podía decir que tenía que cruzar de un mundo a otra para lograr aprender el sentido de la vida, sin importar para donde íbamos, viviendo solo el presente. Un día se acercó a la Gaviota Mayor Chiang para preguntarle si ese era el verdadero cielo a lo que el contesto que el cielo es perfecto, desapareció y apareció veinte metros de donde estaba Juan, quedo tan maravillado que ya no pregunto más. Juan intentó hasta que logró hacer lo mismo, pero quería regresar por que sentía que alguien en la tierra lo necesitaba. Rafael le dijo a Juan –tu fuiste exilado una vez. ¿Por qué piensas que alguna gaviota de tu pasado pueda escucharte ahora?- Ya sabes el refrán; Gaviota que ve lejos, vuela alto.
Lo dejo que se fuera, al ir bajando Juan escuchó una voz entonces, le preguntó ¿Quieres aprender a volar? A lo que este le contestó afirmativamente.
Juan le enseño todo lo que sabía a Pedro, le enseño que todas las gaviotas son libres, que tiene que alcanzar sus metas y que no acepte las limitaciones de los demás ya que Pedro también era un exiliado, poco a poco más gaviotas se fueron acercando a Juan para aprender, hasta que tuvo seis aprendices todos exiliados.
Un día Pedro le dijo a Chiang -¿Son ciegos acaso? ¿Acaso no pueden ver? ¿Es que no pueden imaginar la gloria que alcanzarían si realmente aprendiéramos a volar?-
Un día les dijo a sus alumnos que era tiempo de regresar a la Bandada, y al llegar volando tan impresionantemente que todos quedaron admirados.
Pedro Pablo Gaviota era aún bastante joven y ya sabía que no había pájaro peor tratado por una Bandada o con tanta injusticia.
Al llegar a la Bandada la gran gaviota les prohibió hablarles o tocarlos o mirarlos ya que también serían exiliados después de un mes de haber vuelto. Organizó sus sesiones de prácticas encima de la Playa del Consejo, y, por primera vez forzó a sus alumnos hasta el límite de sus habilidades. Terrence Lowell Gaviota se acercó a ellos queriendo volar pero su ala no servía así que no podía volar, pero Juan le dijo que creyera y voló desde ese día. Terrence se volvió exiliado y así poco a poco más y más gaviotas se fueron acercando a Juan y a sus alumnos hasta que toda la bandada estuvo aprendiendo a volar libres. Una mañana Juan habló cosas muy sencillas a sus alumnos, que lo escuchaban con mucha atención. –Esta bien que una gaviota vuele; la libertad es la misma esencia de su ser; que todo aquello que impida esa libertad debe ser eliminado, fuera ritual, superstición o limitación en cualquier forma.
- ¿Eliminado – dijo una voz en la multitud-, aunque sea Ley de la Bandada?
- Muy bien, Pedro. ¿Te acuerdas de lo que decíamos acerca de que el cuerpo de uno no es más que el pensamiento puro?
Pero una mañana Pedro le decía a Juan que no podría aprender más; entonces Juan le dijo Pedro el problema consiste en que debemos intentar la superación de nuestras limitaciones en orden y con paciencia. Luego le dijo que el recordaba a aquel Pedro exiliado y que ahora ya era todo un maestro que guiaba a toda una Bandada. Pedro se sorprendió mucho cuando dijo eso Juan emprendió el vuelo y desapareció en el cielo. Entonces llego un nuevo grupo de novatos, y aunque Pedro Gaviota intento parecer severo ante sus alumnos les vio de pronto tal y como eran realmente y amó aquello que vio. ¿No hay límites, Juan?, pensó y sonrió. Su carrera hacia el aprendizaje había empezado.
Siempre recuerda mientras más alto vueles, más lejos llegaras.

Creo que esta historia es una metáfora.
Juan Salvador Gaviota no era más que un pájaro que quería hacer algo distinto a los demás. Él no desea lo que todos desean, el no hace lo que todos hacen, él tiene otra perspectiva de la vida, el quiere llevar mas a fondo sus conocimientos, lo que las demás gaviotas no le toman importancia, pero aún así Juan Salvador no se rinde y no deja que los demás pasen a llevar sus ideas.
Al ser exiliado mas le ayudo, al encontrarse con gaviotas que veían los mismos intereses le sirvió de mucho.
Juan quiere ser libre, salir de lo cotidiano de las demás gaviotas.
A pesar de todo Juan tiene una postura muy solidaria con las demás Gaviotas, ya no le importa que lo hayan exiliado, dejado solo, Juan Salvador Gaviota solo quiere que sus demás compañeros aprenda lo mismo que el, ser libres, y que disfrutes lo que el ha disfrutado y aprendido. Comparte todo lo que sabe y lo pone a la disposición a cada uno de ellos, aunque algunos no aceptan esto.

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